Los estudios con resonancia magnética han expresado un incremento en la frecuencia de las hiperintensidades de la materia blanca en relación con la depresión de inicio tardío, y esto ha apoyado la teoría de que los mecanismos relacionados al sistema vascular podrían estar implicados en la patofisiología de los trastornos de estado del ánimo.

Los recientes estudios clínicos también han sugerido un nexo entre el trastorno bipolar de inicio tardío y los factores de riesgo cerebrovasculares, pero esto ha sido poco investigado con técnicas de neuroimagen.

Para comprobar si puede existir una asociación específica entre la hiperintensidad de la materia blanca y el trastorno bipolar de inicio tardío, un estudio publicado en la revista Bipolar Disorders, compara los índices de la hiperintensidad de la materia blanca en sujetos con trastorno bipolar de inicio tardío (inicio de la enfermedad >=60 años), en sujetos bipolares de inicio prematuro (inicio de la enfermedad < 60 años), y en voluntarios mayores sanos.

Jaqueline Hatsuko Tamashiro, coordinadora del estudio y su equipo observaron una mayor prevalencia de la hiperintensidad de la materia blanca en los pacientes bipolares de inicio tardío en relación a los dos otros grupos en la región parietal profunda (p=0.018) y los ganglios básales (p<0.045).

Los resultados obtenidos proporcionan un apoyo empírico al nexo propuesto entre los factores de riesgo vasculares y el trastorno bipolar de inicio tardío. Si se extienden en el futuros estudios con muestras más grandes, estos resultados podrían ayudar a clarificar las distinciones patofisiológicas entre el trastorno bipolar que emerge en etapas tempranas y tardías de la vida.

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